de la rebeldía frente a lo establecido, del rostro amargo de los desposeídos, pero no soy un santo ni pretendo serlo, camino por lo bajíos de los rincones oscuros del alma y admiro también en sí
la belleza de la verdadera obra de arte.
Es un cuaderno de presentación de mi vida y obra, de reflexión y mirada subjetiva sobre los acontecimientos que marcaron esta con toda sus contradicciones, su miseria y su grandeza que a modo libre y espontanea intenta dar cuenta del proceso de creación y trabajo de la obra de arte.
Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama